OBRAS



 


 Titulo:  Perona

 Técnica: Pastel


 Medidas:  42 x 52 cm
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ADQUIRIDO



Titulo:  Yegua

 Técnica:  Acrílico sobre lienzo


 Medidas:  60 x 50 cm
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 Titulo:  TORRE IGLESIA

 Técnica:  Acrílico


 Medidas:  30 x 24 cm
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 Titulo:  El carguío

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  30 x 25 cm
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 Titulo:  Pastores haciendo gazpacho

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  42 x 52 cm
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 Titulo:  Balcón Antiguo Ayuntamiento

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  60 x 50 cm
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 Titulo:  Puerto Romano de la Mata

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  60 x 50 cm
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 Titulo:  El cruce

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  30 x 25 cm
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 Titulo:  Iglesia nevada

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  50 x 40 cm
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 Titulo:  Iglesia pueblo

 Técnica:  Acrílico sobre lienzo


 Medidas:  30 x 25 cm
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 Titulo:  Caminando en burra

 Técnica:  Acrílico sobre lienzo


 Medidas:  60 x 50 cm
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 Titulo:  Ruidera

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  50 x 40 cm
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 Titulo:  Amapolas

 Técnica:  Acrílico sobre lienzo


 Medidas:  50 x 40 cm
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 Titulo:  Pareazos

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  40 x 50 cm
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 Titulo:  Castillo de Belmonte

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  40 x 30 cm
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 Titulo:  La del Alba

 Técnica:  Óleo sobre lienzo


 Medidas:  40 x 50 cm
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                                                                                          ----==ooOoo==----










A mi buen amigo RUA
        pintor de sensaciones…


Luchador del color y del celaje,
                        Esencialmente puro en su andadura,
                        Reinventa con pudor y con bravura
                        La grandeza del alma en el paisaje.

                        Pinceladas, son la huella de coraje
                        Gravadas en sus lienzos con ternura.
                        Intimista; el detalle es singladura
                        De su hacer cotidiano y su bagaje.

                        Sencillez del rincón casi ignorado,
                        La ventana, la puerta, la alacena,
                        Cacharro escondido, luz y pureza.

                        Reflejos de un pintor enamorado,
                        Recreando lienzo a lienzo la cadena
                              Que es su pasión, su vida y su riqueza.
                                               Andrés Piqueras Gómez



                                      ----ooOoo==----

                                                                                                                                                                                                  

                 Mural de Carrasco


DE LOS OFICIOS DE ANTAÑO...

 (TRABAJOS  Y  COSTUMBRES  EN DESUSO,  QUE  SE  VAN PERDIENDO).




Sencillo homenaje a quienes ejercieron y ejercen sus oficios con esforzado ahínco y vocación.

Este libro quiere rememorar, reavivar y documentar para las presentes y futuras generaciones, oficios, trabajos y costumbres que, hasta hace cuatro o cinco décadas, estaban en plena actividad y la vorágine de las nuevas tecnologías ha ido y va relegando en el uso y en nuestra propia  memoria.


Considerándolos  una riqueza de raigambre cultural, que viniendo de nuestros ancestros, no debe perderse en el olvido de un pasado tan reciente, abramos una ventana a la añoranza,  recordando en lo posible, aquellos oficios olvidados, así como otros que, aún estando en uso, van quedando poco a poco desperdigados por los rincones mas o menos escondidos en los vericuetos de un pasado no muy lejano.
                


Por orden alfabético

Abacero: Era el que vendía comestibles y diversidad de cosas y objetos de uso diario. (Al que conocemos como TENDERO).

Abacista: Constructor de ábacos o el que contaba y calculaba con un ábaco, (INSTRUMENTO QUE SERVIA PARA CALCULAR MATEMÁTICAMENTE), profesor de numeración.

Ablentador: Eran los encargados de ablentar las pajas para sacar los granos de los cereales y otros frutos de grano aprovechando los vientos favorables.

Acarreador: El que llevaba los haces de mies o las espuertas  llenas de uvas en la vendimia al carro o galera que tenía que transportarla a la era o al pisadero. También  en la recogida de las aceitunas.

Aceitero/a: El que vendía y comerciaba con aceite de oliva que porteaba sobre mulas en grandes pellejos o en zafras, recipientes éstos hechos de hojalata, latón o metal.

Aceñero/a: Persona que cuidaba el molino de agua cuando estos existían y eran puntal importante en la vida de cada pueblo.

Adobero: Que hacía adobes de barro y paja secados al sol, que eran como ladrillos, aunque más blandos, pero que servían  para  la  construcción  desde  antes de  nuestra era y que han estado en uso hasta hace medio siglo. Un adobero, allá por los años 50, era capaz de hacer hasta 300 adobes que  a  30          céntimos cada uno, hacían un total de 90 pesetas al día, sueldo  considerable en aquellos tiempos; pero los adobes se hacían en primavera y otoño, pues los hielos del invierno y el calor excesivo del verano no favorecían su elaboración.  

Afilador: El que afilaba cuchillos, navajas, tijeras y otros objetos cortantes. (Todavía es posible ver alguno recorriendo nuestras calles,  alertando al  vecindario de su presencia  con la  curiosa escala musical de su silbo y la voz de “El afilaor...”).

 Agrimensor: Era y es el que se dedica a medir cualquier clase de terrenos, agrícolas  y urbanos,   mediando    también,   en   algunos    casos,   en   su valoración, venta y partición entre los interesados, sobre todo en las herencias.

Aguador:  Era  el  encargado  de  repartir  agua  por  las  calles. Que transportaba en cántaros de barro,sobre unos “agüarones”  que  iban  colocados  a  ambos  lados  del  lomo de una mula o burro; también  en  una cuba  sobre  un carro  tirado por un animal de tiro.[De aquí la palabra “aguarón o agüarones, que no figura en el  Diccionario, pero que en  nuestra  tierra se usaba  para designar  el artilugio  hecho de  pleita, de esparto o cáñamo, consistente en  dos  o  cuatro  grandes  bolsas  fijadas a ambos  lados del  lomo del  animal  en cuestión, sujeto con una albarda o correa por debajo de su vientre, en cuyas bolsas iban colocados los cántaros.

Aguardentero: Era el que se dedicaba a elaborar aguardiente o a su venta y distribución.

Aguzador (HERRERO): Se dedicaba a aguzar las rejas de los arados o vertederas y enseres agrícolas siendo una  especialidad  delicada el darles el  temple y dureza  más conveniente en la fragua.

Ahumador-a: Se encargaba de ahumar ciertos objetos o alimentos, tales como cristales, cerámicas, o alimentos como el jamón, salmón, etc.

Aladrero: El que labora las maderas para la entibación de las minas. Y también el que iba pora las casas de labranza para construir y reparar arados, aperos de labranza, astiles, horcates,  etc.

Albardero: Era el que se dedicaba a hacer y reparar las albardas y albardillas, que se usaban y aún se usan para el aparejo de caballerías, así como las cinchas para ajustar las albardas.

Albarquero:  Era la persona que se dedicaba a hacer las albarcas, antiguo calzado que usaban los hombres que trabajaban en las  faenas del campo hasta hace pocos años.

Alboguero: El que toca, construye o vende albogues; instrumento parecido a la dulzaina que era una flauta doble que se tocaba en las fiestas populares.

Alcagüetero:  Se dedicaba a tostar cacahuetes y garbanzos  y  otros   frutos   que luego vendía en una esquina céntrica de la población en los domingos y días de fiesta.

Alfarero u ollero: Era el que usando una barro especial muy trabajado, hacía orzas, lebrillos, pucheros, cántaros, cantarillas y botijos para el agua, canjilones para sacar el agua de la noria,jarras y jarrones, platos, fuentes y cazuelas para el uso doméstico, incluida la clásica matanza del cerdo en la que eran muy necesarios.         (Mota del Cuervo era un pueblo donde se hacían estos utensilios, incluso aún seguirán haciéndose, aunque por el escaso uso de muchos de ellos, ahora  solo se hacen objetos de adorno, macetas, jardineras etc.)

Alguacil: Era el encargado de llevar al domicilio de los vecinos     avisos, recados y  notificaciones del Ayuntamiento.
       
Alpargatero: Es el que hace o hacía y vendía alpargatas. (Calzado de cáñamo o esparto en forma de sandalia, atado al tobillo con unas cintas que se hacía artesanalmente).

Altarero/a: Persona que hace y viste altares. Ejemplo: Las Cruces de Mayo, muy populares todavía en muchos de nuestros pueblos.

Ama de cría:  Estas eran mujeres, casi siempre de gran confianza que compartían la leche de su hijo lactante con otra criatura cuya madre no tenía la suficiente para amamantar a su hijo o hija a los cuales llamaban luego “hijos de leche”.





Aperador: El que cuidaba de los aperos de labranza y arreos de los animales, por lo general un mozo joven o un hombre ya mayor para el duro trabajo del campo.

Arriero  o  Carrero: Se dedicaban al transporte de objetos, líquidos y comestibles, también iban con un carromato vendiendo baratijas por los pueblos.

Atador: El que ataba las gavillas de sarmientos que los ensarmentadores iban dejando en montones ó los haces que  dejaban  los segadores en la siega según iban    segando.

Atizador: Era el encargado de remover y avivar el fuego, removiéndolo con un hierro al efecto, que así se llamaba.

Aventador: El que aventaba el grano en la era con una horca, cuando el viento era favorable. Se colocaba con el viento a la espalada, y protegido el rostro por un pañuelo, echaba la mies a lo alto con una horca, el viento arrastraba la paja y el grano caía por su peso formando el dorado montón una vez limpio.

Barquillero: Que elaboraba barquillos, una especie de cucurucho de galleta muy fina y dulce, que luego iba vendiendo por la calle con un pregón que los  niños conocían muy bien: El Barquilleroooooo…

Batanero/a: El que batía el paño o lavaba la lana que se usaba para  los  colchones en las antiguas camas hasta hace pocos años. Cuando aún no existía el poliéster.

Bellotero:  Fué el que en tiempos de escasez iba a recoger bellotas          al monte, que luego se vendían para pienso de los cerdos.

Botero: Era el que se dedicaba a confeccionar la tan celebre “bota del vino”, hecha de piel, con pez por dentro, que luego se usaba y se  usa  como  envase  para  el  vino  que  acompaña  la comida en los duros  trabajos del campo, así como a las  meriendas, en la alegría de las fiestas y romerías, resultando prácticamente imprescindible en nuestra Fiesta Nacional. También hacía los pellejos y azumbres para contener vinos, mieles y aceites u otros líquidos al respecto.

Botijero: Eran los que se dedicaban a vender  botijos, cántaros y otros diferentes utensilios de barro para el hogar procedentes de diferentes regiones, desde el más sencillo al más barroco, algunos de verdadera fantasía. Era cosa natural que al salir de la estación de Atocha en Madrid  te encontraras grandes puestos de botijos, botijas, cantaros y cantarillas tendidos sobre las aceras de entonces. De aquí el chiste de aquel que iba del pueblo a Madrid y al comentarlo con  un amigo, éste le encarga el típico botijo: A la vuelta se encuentra al amigo que rápidamente le pregunta si le ha traído el botijo. El otro le dice que se le ha roto por el camino. A lo que comenta el del encargo: “Anda si te doy el dinero” y el otro dice: “Mira si te lo traigo”.

Boyero: Era quien cuidaba los bueyes de labranza, que por su fuerza servían tanto para trabajos agrícolas como para el transporte de grandes piedras y carretas.

Cabrero: Solía ser, por lo general, un joven zagal que, desde muy temprano, por la mañana, iba recogiendo en cada casa una dos o tres cabras y más, que luego llevaba al campo a pastar, devolviéndolas al atardecer para que fueran ordeñadas por sus dueños para la leche diaria.

Cacharrero: Era el que con un pequeño carromato iba vendiendo cacharros de loza barata de uso doméstico voceándolo por las calles.

Cachicán: Eran los mayorales de labranza, aunque no es muy conocida esta denominación en nuestras tierras.

Cajista: Oficial de imprenta que componía textos con letras-tipo moldeadas en plomo y que se iban colocando en una especie de cajetín, que luego se pasaban a las respectivas máquinas para su impresión.

Calderero: Este se dedicaba a confeccionar calderas de latón y de cobre, que luego se usaban sobre todo en la “matanza del cerdo”, para cocer la cebolla, las morcillas, etc. También se usaban estas calderas para hacer arrope, cociendo el mosto en la vendimia y añadiéndole trozos de calabaza que luego cocidos  resultaban exquisitos.

Calero: Era  la  persona  que  hacía  o  vendía  la  cal  con  que  se blanqueaban   las   casas  de   nuestros  pueblos,  pregonándola a voces por calles y plazas, portándola en carro o en burro. 

Campanero-a:  Es el encargado de hacer sonar las campanas de catedrales, iglesias, ermitas, y  otros centros religiosos, aunque ya existen medios electrónicos a tal efecto.





Campanillero: El que tenía por oficio tocar la campanilla o campanillas en ciertas cofradías y fiestas. 

Canastero/a: Hacía canastos y canastas ya fueran de mimbre, caña o juncos que servían como panera y algunos por lo artísticos y bonitos que eran, para adorno de mesas con flores o frutas.

Cantarero: Que hacía cántaros y cantarillas sobre todo para el agua que la mantenían muy fresca encajados en unas cantareras de madera ubicados casi siempre en los portales de casas grandes o en los patios a la sobra de la higuera.

Cantero: Esculpidor de la piedra en la cantera o el taller, podemos ver sus obras en iglesias, catedrales, conventos y monasterios, castillos, palacios y antiguas casas señoriales.

Cañicero: Se dedicaba a realizar un tejido de cañas y cañizo cosido con fina tomiza o alambre, que servía como soporte al entramado de vigas de madera para el tejado, soportando la capa de barro donde se asentaban las tejas. También servía y aún sirve como parasol para dar sombra en el verano.

Capador: Iba por las calles anunciado su oficio que consistía en el capado de los cerdos que se criaban en cada casa para su engorde.

Carbonero: Recogía leña sobre todo ramas de diversos árboles y por un medio artesanal muy laborioso, las cortaba y requemaba         hasta convertir la leña en un carbón vegetal que aún hoy se usa   para las célebres barbacoas, antes se usaba como fuente de     calor en el invierno y sobre todo para guisar.

Carretero/aperador: Que hacía y reparaba carruajes, sobre todo hacía las    ruedas en colaboración con el herrero, lo que resultaba un espectáculo,  en  especial,  ver  cómo  se las  componían  en  el  momento   de   insertar  la   llanta  o  aro  de   hierro   candente    puesto al rojo  sobre el  fuego  hecho en  un  círculo de piedras, para finalmente colocarlo alrededor de la rueda de madera.

Capachero: El que estaba al cuidado de los capachos mientras se vendimiaba, porque entonces las uvas se recogían en espuertas de esparto y se depositaban en grandes capachos en los que cabían unos 100 kilos de uvas y estos se echaban a la galera o al carro cuando volvían del viaje a la bodega, pues tenían que hacer grandes distancias de hasta 10 y más kilómetros, muchas veces por caminos infernales que suponían para los animales de tiro grandes esfuerzos sobre todo cuando el carro se atascaba en algún bache lleno de barro por causa de la lluvia. Eran tiempos heroicos.

Carretero: Era el hombre que conducía y hasta convivía con estos animales de tiro uncidos al carro, para lo cual tanto el hombre como los animales tenían que ser fuertes. Uno de estos hombres alardeaba y decía: “Lo que no puedan mis mulas lo puedo yo”. Recuerdo al hermano Cleofé.

Carretonero: Se dedicaba al transporte de vinos u otros líquidos en un robusto carretón en el que colgadas de unas cadenas se suspendían dos grandes cubas, pipas o bidones de vino o alcohol.

Casillero-ra: Era la persona, hombre o mujer, que estaban las 24 horas del día encargados de una paso a nivel, cosa que hoy ya es automático, salvo raras excepciones. Muchos, al igual que los peones camineros, vivían en unas casitas muy similares en su fisonomía, que se extendían a lo largo de los ferrocarriles, en los cruces con caminos y carreteras.

Castañero/a: Aún se pueden ver en alguna esquina, en el invierno, preparando las castañas en unas calderas, especie de bidón adaptado con fuego abajo y una parrilla agujereada arriba donde se asan las apetecibles castañas cuando aprieta el frío. También existen algunos que, más sofisticados, llevan     una caldera en forma de antigua máquina de tren.

Castrador o“Capador”: Que se dedicaba al castrado de  cerdos,  pollos y otros animales como por ejemplo becerretes para que fueran bueyes en el futuro.

Cestero: Se dedicaban a confeccionar cestos, cestas y canastas de mimbre, caña o enea que luego vendían en plazas y mercados.

Chamarilero: Persona que compra y vende cosas viejas y va  por las calles cambiando y vendiendo.?.

Chambilero: Era el que elaboraba helados de fresa, chocolate etc., y lo   anunciaba y vendía por las calles en el verano con un carrillo que tenía un tejadillo de lona de dos ruedas, siendo la alegría de los niños, sobre todote aquel que lo podía conseguír.

Charlatán: Era el hombre que vendía géneros y cosas diversas. Sobre todo mantas cuando se avecinaba el invierno. Comenzaba regalando algunas baratijas como peines, bolígrafos, etc., que tiraba desde lo alto de un camión para que se acercara la gente, y ahí, comenzaba con su palabrería a sacar cosas del camión y encandilar a la clientela con precios cada vez menores y mayor cantidad de mantas que iba sacando y poniendo en manos de un ayudante que siempre encontraba fácilmente a cambio de una propina. Era un espectáculo sobre todo en la Feria de los Santos, cuando llegaba “El Maño”, famoso en toda España por su facilidad de palabra y simpatía.

Churrero: Recorría las calles desde la madrugada con una gran cesta en la que transportaba los churros y alguna botella de anís, mistela o coñac y nunca le faltaban clientes.

Colchonero: Que   reparaba    colchones,     divanes, Sillones, etc., por lo que iba pregonándolo por    la población a voces.

Colmenero: El que se dedicaba  a la explotación de Colmenas cuidando de sus abejas para luego vender su miel.  

Comadrona: Era una mujer que se dedicaba a atender a las parturientas, por lo general con unos mínimos conocimientos del parto, pero con una gran experiencia al respecto.

Cordelero:  Era el que se dedicaba a hacer cordeles finos y sogas para sacar agua de los pozos que entonces se usaban y ahora es imposible por haber bajado las aguas más de treinta metros.

Corsetera: Se dedicaba a hacer fajas, corpiños, sujetadores y corsés a medida, siendo un trabajo muy especializado  que requería mucha delicadeza y finura, por lo que estaba muy bien pagado.


Costalero: Era por lo general el mozalbete que se dedicaba al transporte  de costales de trigo, cebada, etc., u  otros bultos pesados. Así se conoce también a las personas que en Semana Santa, llevan a hombros los pesados pasos de los santos en las procesiones.

Cucharero: Persona que hacía cucharas o las vendía.

Cuchillero-Navajero:  El  que  hacía  cuchillos, navajas, tijeras,   y las  vendía en  mercados y  ferias;  llevando  generalmente  una mesa de  regular  tamaño en  forma de pupitre, donde las venía a exponer para su venta.

Deshollinador:  Era el encargado de limpiar las  chimeneas de los hogares.

Ensarmentador: El que recogía los sarmientos recién cortados y los dejaba hechos montones o gavillas.

Escardador o escardadora: Eran personas que iban a quitar yerbas y cardos en los sembrados y las viñas. En éstas también se despampanaba, costumbre que ha dejado de hacerse.

Escobero: Hacía y vendía escobas de mijo, (planta gramínea         silvestre). Estas escobas eran muy apreciadas para barrer y no tenían mango, o sea, era necesario agacharse para efectuar el barrido, principalmente, antaño, cuando se barría la parte de calle correspondiente a la fachada de cada casa.  

Espigador/a: Eran hombres y mujeres que salían a los rastrojos a rebuscar las espigas que habían quedado en ellos y las recogían a horas muy tempranas para evitar los calores del estío. (De ello la célebre zarzuela de Las Espigadoras). ?... del Maestro Sorozabal).

Esquilador: Que esquilaba animales, equinos y bovinos tales como mulas, asnos, caballos, ovejas, quitándoles pelo y lana, sobre todo de cara al verano. Es de destacar que algunos de estos esquiladores esculpían o dibujaban, especialmente sobre la grupa de las mulas verdaderas obras de arte, habiendo nacido de manos de uno de ellos Ramón Alcolea Carrión un verdadero arte, que el mismo denominó como “Artesculp”, dedicándose especialmente a cultivarlo, realizando bellas obras sobre piel que son auténticos cuadros y que están extendidos por todo el mundo.

Espartero: Era el que  recogía esparto y luego lo  preparaba  poniéndolo en remojo, más tarde lo machacaban con una maza de madera, sobre el suelo o en un tronco grande, lo hacían fino para algunas cosas y lo más gordo para ramales, capazos, tomizas etc. 


Estañador: Iba por las calles pregonando su oficio, y estañaba pucheros de porcelana, sartenes y otros utensilios. 

Fámula o doméstica: Eran chicas, generalmente jóvenes, que servían en casas de cierta categoría, llegando en algunos casos, si no se casaban, a envejecer y quedar como de la familia hasta su muerte. (Existen algunos casos de conocidos que aún continúan y otros que ya han fallecido.)





Farolero: Era el encargado de encender los faroles cuando éstos eran de aceite y después de gas, en el vecindario que tuviera adjudicado en poblaciones y sobre todo en capitales.

Fideüero/a: Eran llamados a los hogares para realizar una fabricación casera de fideos con unos aparatos similares a las antiguas maquinas de hacer chorizos, mas finos o mas gruesos, a gusto del consumidor, los cuales se colgaban de una varas o cañas para su secado.
Florista: Hasta hace poco existían mujeres que sobre todo en grandes ciudades vendían flores por la calle, llegando a hacerse tan populares que fueron motivo de historias y canciones que han pasado a formar parte del folklore popular.

Fogonero: El encargado de mantener a punto las calderas, tanto de calefacción, fábricas, sobre todo las maquinas del tren ó locomotoras de vapor, cuando éstas eran alimentadas con carbón.

Gañán  o  mulero - acemilero: El que cuidaba  de  las  caballerías dedicadas  a  la  agricultura,  pasando  la  noche  a    su cuidado echándoles de comer las llamadas “pasturas”,  una o dos veces en la noche.

Guarda de la porra: Eran los que hoy conocemos como guardiasde circulación, pero que entonces eran hombres especializados en este menester, y que vestían un uniforme con guarniciones en blanco, así como una especie de salacot también blanco.

Guijarrero: Era el que se dedicaba a colocar guijarros en los patios y corrales de las casas y también en las calles, los cuales servían de pavimento, y se colocaban en ocasiones con verdadero arte haciendo figuras geométricas muy vistosas.

Guisandera: Esta era una mujer que iba contratada a las casas con motivo de bodas y otras celebraciones, siendo la encargada de condimentar apetitosas y sabrosas comidas y dulces.





Herrador: El  que calzaba los cascos de las caballerías  ajustando las herraduras a su medida.

Herrero: El que se dedicaba a hacer arados, vertederas y demás aperos de labranza en la fragua, incluso ejes y llantas para los carruajes. Ayudando al carretero a poner los aros que servían de llantas a los carros y demás vehículos similares.

Hojalatero: Hacia y reparaba utensilios de cocina tales como, aceiteras, sartenes, cacerolas, cubos de cinc para sacar el agua del pozo etc.

Jabonero:  Se dedicaba a hacer jabón tanto de palo como de sosa y luego lo distribuía vendiéndolo a domicilio entre su clientela.

Lañador y paragüero: Arreglaba paraguas y lañaba lebrillos, orzas, pucheros y jarras de barro, etc.. que, como el afilador Iba pregonando por la calle.

Lavandera: Era la mujer que se dedicaba a lavar la ropa en las casas, sobre todo la de cama, por lo que  mantenía un acuerdo  verbal con los dueños. Cuando todavía no se conocían lavadoras, muchas mujeres iban a lavar al lavadero municipal que, naturalmente, estaba ubicado en algún riachuelo o acequia del pueblo.

Lechero: Se dedicaba a repartir la leche, sobre todo de vaca, por las calles, directamente al domicilio de sus clientes habituales en cántaros de latón, llevando una medidas también de latón, que   entonces se llamaban de cuartillo o medio cuartillo. El cuartillo es la cuarta parte de una azumbre y ésta     equivalía a algo más de dos litros.

Leñador: Eran hombres fuertes por lo general, que se encargaban de cortar árboles y hacerlos leña, bien para el hogar o para los hornos del pan u otras industrias. Previamente se aprovechaban las maderas dedicadas a la fabricación de muebles y enseres, puertas y ventanas, así como a la construcción.

Limpiabotas o “Limpia”: Este oficio, muy popular, lo ejercían, generalmente chicos muy jóvenes que llevaban una caja adaptada con un soporte para poner el pie, que contenía cepillos, balletas,  tinte y betunes que se usan en la limpieza de los zapatos y botas de caballero , ofreciéndose en calles, bares y plazas principales, llevando   una    pequeña    banqueta   sobre   la   que    se  sentaban para realizar su trabajo. También existían establecimientos, en ciudades de cierta importancia, con salón a tal efecto.(Similar a las barberías).

Linotipista: Oficial que componía en una gran máquina llamada Linotipia, los textos a imprimir cuyas letras salían fundidas en plomo.

        (Tanto este oficio como el de cajista han desaparecido con motivo de la invención del sistema Ofsset y ahora mas todavía con los ordenadores y la informática).


Lloraderas: Estaban preparadas para llorar en los entierros si las llamaban los familiares de los difuntos, por los que lloraban y rezaban mientras los familiares se recogían en otra habitación.

Madreñero-a o madroñero-a:  Encargados de  los madroños y adornos de los trajes típicos de otras épocas.

Manobrero: El que  se  encargaba  de  limpiar  las  acequias  y  sus  brazales.

Mantero: Eran comerciantes ambulantes que venían todos los años y alquilaban un cuarto donde vendían las mantas de diferentes calidades tanto para las personas como para las caballerías.

Manzanillero-a: El que se dedicaba a coger manzanilla, poleo, y otras diferentes hierbas que luego vendía para  hacer infusiones.

Maquilero: Persona encargada de cobrar la maquila, porción de grano, uva, o aceituna que se cobraba por su molienda.

Matanchin o “matarife”: Era el encargado de ir a domicilio, previo el aviso pertinente del cliente, para efectuar la matanza del cerdo o cerdos y arreglo y despiece consabido del animal o animales.

Mayoral : Encargado de supervisar el cuidado del ganado vacuno, (reses bravas) para la lidia.




Medidor: Que media tierras y solares e intermediaba en las ventas.

Menaores: Que trabajaban en una MENA que era una Rueca del tamaño de la rueda de un carruaje que servia para hilar cáñamo con el que se hacían cuerdas y maromas. También  se llama MENADOR/A al quien se encarga de dar vueltas a la  rueda para recoger la seda.

Mielero: Eran  hombres  que  iban ofreciendo la miel a voz en grito por las calles y plazas de los pueblos, cargados con pellejos de miel desde los que vendían directamente el producto.

Modista o costurera: Otro oficio que también, debido a la masiva confección de toda clase de prendas de vestir ha quedado relegado a especiales ocasiones.

Molinero/a: Era por lo general el dueño del molino ya fuera de viento, agua y últimamente motorizado, se dedicaba a moler grano, ya fuera  trigo, avena, cebada, centeno, etc., para hacer el pan y pienso para animales domésticos.

Mondonguera: Mujer que era  la  encargada  de Deshacer y limpiar el mondongo del cerdo  en su matanza, para aprovechar las tripas que luego servirían para hacer chorizos,  morcillas y otras clases de longanizas.

Morillero o Mochil: Era el jovenzuelo encargado de llevar y traer recados a los trabajadores del campo. Oficio este de no muy buena reputación por el uso que de el se hacía, y aún hoy...

Mozo de cuerda: Al que se le pagaba por llevar encargos, bultos, paquetes, y cosas pesadas o por hacer mandados o recados.

Mozo de mulas: El que cuidaba de las caballerías en la agricultura.




Mozo de paja y cebada: El que en las posadas tomaba cuenta del pienso y paja que cada viajero tomaba para el ganado.

Mulero ó arriero: Se dedicaban al transporte de mercancías con una recua de mulas, que transitaban más fácilmente por los malos caminos y calzadas que entonces había.

Muletero: Así se denominaba al tratante ó vendedor de mulas, asnos, caballos, etc. el cual, generalmente iba de pueblo en pueblo para realizar sus tratos, instalándose en las posadas.

Niñera: Estaba dedicada exclusivamente al cuidado del niño o niños pequeños de la casa donde servía.




Ordinario y Recadero: El que se dedicaba a cumplir encargos y  trámites que le hacían ya fuera a una u otra capital, sobre todo a Madrid, haciendo viajes de ida y vuelta casi todos los días.




Organillero:  Eran  personas hombre o mujer, que recorrían las calles de muchas poblaciones, sobre todo en las mayores ciudades  empujando un organillo, instrumento que se hacía sonar por medio de una pequeña manivela, de cuyo movimiento más o menos acelerado dependía sacarle la música con más o menos  gracia y ritmo a las canciones populares de antaño. Llegando a ser algunos verdaderos expertos en darle al manubrio.

Palomero: El  que  cuidaba  de  las  palomas.

Partera: Era una mujer que acudía a las casas para ayudar en los partos de tal manera que se le tenía tanta confianza o más que al médico.




Peinadora: Eran mujeres encargadas de ir a diario y según acuerdo, al domicilio de las clientas para hacerles el peinado según su costumbre de cada una en su  servicio a domicilio.

Pellejero: Se dedicaba a la compra y venta de pieles. También existía el que confeccionaba los pellejos que servían para contener  vinos, aceites y mieles, pero a éste normalmente se le conocía como Botero.

Peón caminero: Era el encargado de mantener limpios y en buen estado, caminos y carreteras a lo largo del los mismos, vivían en casitas, todas con la misma fisonomía y catacterísiticas, de las que ya queda muy  raramente alguna en estado ruinoso en alguna carretera, siendo esta casilla su vivienda habitual.

Picapedrero: Eran obreros encargados de picar la piedra según para qué uso se destinara. Arreglo de caminos, carreteras, calles, etc.

Piñonero: Estos eran hombres por lo general sin trabajo, que en la época veraniega, recogían las piñas en los pinares que luego tostaban y desgranaban, extrayendo los piñones que vendían usualmente en los domingos y fiestas.

Pisador: Eran hombres que cuando no había maquinaria o esta era escasa pisaban los racimos de uvas en recintos llamados pisaderos a tal efecto durante la Vendimia.

Pleitista: El que se dedicaba a hacer pleita, generalmente de esparto, con la que luego se hacía espuertas, capachos, esteras, baleos, tapas para las bocas de las tinajas, aguarones para la carga de los burros y otros muchos curiosos objetos prácticos y bellos, como por ejemplo los posetes o asientos de pleita con una piel de cordero o conejo sobre el asiento, soplillos, etc.

Posadero-a: Era el regente o dueño de una posada, albergue acondicionado para acoger a personas, vehículos y caballerías en el interior de las poblaciones.

Planchadoras: Eran mujeres especializadas en planchar las ropas de cama, trajes y vestidos, sobre todo en las casas de un cierto nivel económico.

Pocero: Especialista en la excavación del pozo necesario en cada casa, al carecer entonces de agua corriente para el uso diario de la familia.
Pregonero: Personaje muy popular, por ser el encargado de propagar toda clase de noticias oficiales mediante bandos, así como las extraoficiales, tales como la propalación de anuncios, entonces única publicidad, por encargo del vendedor de cualquier artículo, así como pérdidas de objetos o animales o cualquier buena o mala noticia.

Quesero/a: Los que de la leche de cabra, vaca u oveja hacían el queso y lo vendían (Esto se venía haciendo en las “quinterías”, casas y fincase  ganaderos que criaban ganado, sobre todo el ovino), hoy ya no se hacen legalmente por estar prohibido por la Ley de Sanidad publica, para evitar enfermedades sobre todo fiebres. Pero lo cierto es que se ha sacrificado el sabor que cada queso tenía según el pasto que consumía el ganado en el lugar donde residía.



Radiestesista: El que con una varita en forma de orquilla de fresno o un péndulo, localizaba en el campo el lugar donde se podía encontrar agua. También se le conoce como “zahorí”.


Recovero/a: Estas personas se dedicaban a la compra-venta,          recogiendo y vendiendo a domicilio huevos y aves.

Relojero: Era la persona que se dedicaba a la reparación y venta de relojes, yendo de pueblo en pueblo, sobre todo en las fiestas. Se ponía en un  sitio céntrico, calle o plaza, teniendo unos clientes que lo esperaban cada año, porque en la mayoría de los pueblos no existía el relojero.

Resinero: Se dedicaban a poner una especie de cucuruchos adheridos a un pincho que se clava en el tronco del árbol para así recoger la resina que va soltando.

Rezaera: Esta solía ser una mujer del pueblo a la que se avisaba cuando alguna persona fallecía para que se encargara de decir por las casas el lugar y hora del rezo, así como la hora del entierro, siendo ella la que dirigía el rezo del Santo Rosario y la letanía, entonces en latín.




Saludador-a: Curanderos de dislocaciones, herpes, u otras afecciones. Algunas mujeres tenían lo que se llamaba “gracia”, sobre todo para arreglar huesos, magnar, o rezar una oración para quitar verrugas. (Algunos verdaderos embaucadores de los que siempre han existido y seguirán...).




Santero-a: Era la persona, hombre o mujer, encargado del cuidado y conservación de una ermita o santuario y también en las iglesias.




Sastre-a: Se dedicaba a hacer trajes, pantalones, chaquetas    o abrigos a medida, aunque por causa de la confección, también van quedando cada vez menos y en desuso.

Segadores-as: Estos solían venir en cuadrillas ya formadas de un año para otro, procedentes de Andalucía mayormente, y eran familias de hombres y mujeres que segaban trigos y demás cereales en el momento de su recogida, pleno verano, resultando uno de los trabajos más duros, sobre todo por el intenso calor.

Sereno: Persona encargada de vigilar y abrir las puertas de los domicilios de una calle o parte  de  ella  durante  toda la noche, los cuales portaban  un farol y una especie de vara o chuzo que terminaba en algo  similar a una  punta de lanza  y que también se encaraba de transmitir mediante un canto o pregón con peculiar sonsonete las horas de la noche y el tiempo que hacía.

          La retahíla venía a ser algo así como: “Se-re-no-o-o-o-o... las  3 de la madrugada...  y ... llo-vien- do-o-o-o...”




Sillero: Que hacia sillas, generalmente con el asiento de enea, también podía ser de cordelillo u otra materia.

Soguero o trencero: El que hacía soga, tomiza o trenza de esparto, cáñamo u otro material similar, que luego servían  para atar  las gavillas de sarmientos en la poda de la vid y los haces de mies en la siega.        

Tabernero: Era el que vendía vino a granel en pequeña cantidad, sobre todo el clásico “chato” en el mostrador.

Talabartero o Guarnicionero:  Se encargaba de hacer de forma artesanal los atalajes y arreos de las caballerías, colleras, cabezales, etc., realizando en algunos casos verdaderas obras de arte, así como de su reparación.

Tallista: Artistas de la madera en la que tallaban filigranas para puertas y muebles, que podían muy bien ser verdaderas obras de arte.

Tejedor-a : Eran artesanos especializados en tejer lienzos y tapices que hoy en día son muy valorados, aunque ya quedan pocos.

Tejero-a: Elaboraban diestramente la clásica teja curva o árabe con barro bien batido sobre una especie de molde, dejándolas luego secar al sol hasta su endurecimiento y también cociéndolas en hornos muy rudimentarios .

Tinajeros: Estos hombres hacían las grandes tinajas destinadas a recoger y conservar los vinos de cada coseha, siendo en tiempos un trabajo muy fuerte y con gran auge. El pueblo de Villarrobledo tuvo fama de grandes tinajeros.

Tonelero: Se dedicaba a construir toneles y barricas de madera para guardar los vinos sobre todo grandes depósitos de madera llamados “foudres” donde se consevaban mejor ciertos vinos.

Tornero: Encargado de tornear piezas metálicas   para máquinas y vehículos de todas clases.

Tortero: Vendía por las calles tortas, bollos y otros dulces anunciándolos a “voz en grito”.

Trapero: Con una carretilla o remolque de bicicleta, recogía trapos y pieles diversas a cambio de alguna baratija para los chiquillos que esperaban su llegada con la ilusión de conseguir al cambio de una piel de conejo o unos trapos viejos, una barrita de regaliz o unos anises.

Tratante: Era el que mediaba en los tratos de ventas de mulas y demás caballerías y en algunos casos se dedicaba a la compra y venta de las mismas. En este caso se le conocía por Muletero.

Trillador: Era el mozo que sobre un trillo tirado por una caballería daba vueltas sobre la parva de mies extendida en la era, hasta que el grano separado dela paja estaba listo para ablentarlo.

Trillero: El  cual se dedicaba a hacer las trillas que servían para   deshacer la paja de los cereales en las eras.

Tronzador: Era el que con otro se encargaba de manejar una gran sierra con un mango en cada extremo para cortar árboles y troncos en el monte.

Ventero o mesonero: Regían las ventas y mesones que en pasadas épocas se extendían en encrucijadas de caminos para atender a los viajeros que en ellos paraban para su descanso y el de las caballerías.

Verdugo: Triste y mal visto oficio al que se dedicaba oficialmente un hombre, tratado de siniestro y que era el encargado de ajusticiar a los condenados a muerte. Felizmente esto se acabó cuando comenzó nuestra Constitución, pero en otras naciones todavía existe.

Yesero: Era el que hacía  el  yeso o cal   y  lo transportaba en grandes carros desde las yeseras para llevarlo directamente a las obras que se lo solicitaban.  También  lo  vendía  por la calle o en la plaza al mejor postor o al detall.

Zapatero: Todavía queda alguno, ya, en período de extinción, pues hoy en día, cuesta menos un par de zapatos corrientes que ponerles medias suelas o simplemente unos tacones o tapas.

Zurcidora:  Era  la   mujer   especializada  en   hacer  zurcidos   en   prendas  de  ropa,  cuando   estas sufrían  algún   desperfecto,  y  consistía  en  un cosido muy fino que apenas se notaba.

                                                        


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